Javier, un padre solicitante de asilo que recientemente se reencontró con su hijo, nos contó: “Me separaron de mi hijo de siete años y no sabía nada de él. Estuvimos separados durante más de dos meses pero le doy las gracias a Dios y a la gente maravillosa que de una forma u otra se manifestó en favor de la reunificación familiar. Ahora estamos en los Estados Unidos pero nuestro caso aún no ha terminado porque tengo una orden de deportación y no sé qué va a ocurrir”.
Bajo la política “tolerancia cero” de la administración de Trump, miles de niños han sido separados de sus padres. Aunque muchas familias han podido reunirse de nuevo, aún hay centenares de niños que no están con sus padres. Sin embargo, las condiciones de las familias que recientemente se han reunido en los Estados Unidos permanecen inciertas ya que se tienen que enfrentar innumerables retos. En respuesta a esta situación, el Proyecto de Apoyo para Solicitantes de Asilo (o ASAP por sus siglas en inglés) ha unido sus fuerzas con la Red Católica de Inmigración Legal (CLINIC, por sus siglas en inglés) para trabajar con más de 100 familias reunificadas recientemente con el objetivo de ayudarles a conseguir representación legal para que puedan resolver sus dudas sobre asilo, educación y transporte.
Debido a que muchas familias no disponen de carné de conducir, coches o acceso al transporte público, tienen dificultades para recorrer la distancia para llegar a cumplir con sus obligaciones con el gobierno o las autoridades de inmigración. Las familias normalmente tienen citaciones a menudo en sitios a más de dos horas de sus casas. Además, el gobierno programa juicios o audiencias en Estados erróneos (a muchas millas de distancia) obligando así a las familias a tener que llevar a cabo procesos complicados para conseguir cambios de ubicación de los casos a ubicaciones más cercanas a sus casas. Con tal de mejorar estas barreras de transporte y para evitar que se produzcan órdenes de expulsión in absentia, ASAP ayuda a las familias para que puedan trasladar sus expedientes de solicitud de asilo más cerca de sus casas y así no perderse ninguna audiencia con las autoridades de inmigración.
ASAP también trabaja para asegurar que las familias tengan una oportunidad justa en sus primeras entrevistas para la concesión de asilo. Muchos padres fracasaron en las primeras entrevistas de asilo debido al shock provocado por la separación de sus hijos, pero gracias al nuevo acuerdo conseguido a través del proceso llevado a cabo por las organizaciones Legal Aid Justice Center y Muslim Advocates, el gobierno está obligado a hacer una segunda entrevista a las familias que se encuentran en situaciones traumáticas. ASAP trabaja para informar a las familias de este derecho y evita que sean deportadas por el hecho de no haber pasado la primera entrevista.
También nos han llegado testimonios de muchas familias que se encuentran con dificultades para acceder al sistema de educación. Los padres se encuentran con burocracias complicadas y requerimientos de vacunas que impiden que muchos niños sean escolarizados. Además de otros obstáculos, al no poseer seguro médico, las familias pasan mucho tiempo buscando clínicas gratuitas y tienen que esperar horas para recibir las vacunas necesarias.
Todos estos obstáculos o barreras hacen que el proceso de asilo sea muy difícil para los solicitantes y los riesgos son altos. El uso de las órdenes de expulsión in absentia por parte del gobierno significa que un solicitante de asilo puede ser deportado solo por no poder de asistir a una audiencia con las autoridades de inmigración y tal y como ha demostrado ASAP, el gobierno normalmente olvida notificarles a los solicitantes las fechas de dichas audiencias y no proporciona información sobre cómo llevar los casos.
Para las familias solicitantes de asilo, el acceso a la información legal significa la diferencia entre obtener un buen estatus o tener que lidiar con deportaciones. ASAP está trabajando arduamente para asegurar que las familias que han podido reunirse recientemente tengan las herramientas necesarias para sus casos. Mientras que el gobierno actual continúe demostrando un descarado y total desinterés por las vidas de los solicitantes de asilo, ASAP no dejará de luchar junto a las familias.